Separarse con un bebé sin que los progenitores estén casados requiere un compromiso para toda la vida.

Va mucho más allá de la ruptura amorosa, pues queda eclipsada por la necesidad de dotar de seguridad a la organización familiar de nuestro bebé. El fin es proteger y salvaguardar sus necesidades en todas las etapas de su vida, pues un bebé tendrá los retos de la infancia, adolescencia y pubertad y la capacidad de entendimiento de los padres es fundamental.

Tal vez el padre o madre de nuestros hijos haya actuado de una manera que no nos agrada en la relación sentimental, pero todo ello debe de quedar superado para centrar la relación en lo que necesite en bebé. El padre o madre de nuestro bebé es de las dos personas más importantes para su vida junto a nosotros. Por ello, merece que le tratemos bien, aunque para nosotros pueda ser un esfuerzo después de la separación, pero es nuestra responsabilidad proteger al padre o madre de nuestro niño o niña.

Los procesos de separación con hijos sin estar casados son procedimientos de guarda y custodia.

Separarse con un bebé sin estar casados

Una ruptura es cosa de dos, pero cuando hay un bebé ya es cosa de tres. Por ello conviene seguir consejos antes de separarse con hijos que nos ayuden a permitir que la separación sea lo menos invasiva para la vida de nuestros hijos. El hecho de que nuestra expareja sea el padre o madre de nuestros hijos debe de hacernos moderarnos y no tratar en ningún caso mal al otro progenitor con independencia de la situación, pues debemos de separar cómo nos sintamos de nuestra responsabilidad como padres y madres.

Separarse con un bebé requiere que queden a un lado las disputas sentimentales para que todo lo mejor de ambos progenitores se centren en buscar en todo momento aquello que sea mejor para nuestro bebé para permitirle que tenga una infancia feliz que permita que tome sus propias decisiones, sin condicionamientos, traumas ni carencias.

Abogados de trucos antes de divorciarse.

Un bebé es un adulto en formación y no tendrá ningún trauma por el hecho de que sus padres quieran separarse o no estén casados. Las familias separadas están perfectamente normalizadas en España. Lo que necesitan es que sus padres no tengan una relación desagradable que suponga una tensión para el desarrollo de vida y consolidación de la personalidad de nuestro hijo.

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