Si quieres divorciarte o separarte debes hacerlo a buenas manteniendo la tranquilidad y sin perder las formas, evitando controversias y discusiones que perturben el correcto y normalización del proceso de separación.
En ocasiones no es fácil saber cómo hacerlo, pues se debe de tener en cuenta múltiples factores a tener en cuenta como pueden ser tener hijos, vivienda común, hipoteca y deudas, circunstancias personales y familiares, nuestras necesidades y la personalidad y posible reacción de nuestra pareja o cónyuge.
Es normal tener dudas en una decisión tan importante como es una ruptura, pero es posible que no tengamos todas las certezas y garantías que nos gastaría a la hora de tomar la decisión.
Las preocupaciones de cuidados de los hijos comunes, cumplimiento de obligaciones económicas, comportamientos… etc. Todo se puede complicar exponencialmente de no ser capaces de conseguir una buena tramitación del divorcio.
Para un buen divorcio deberás de contar previamente con un buen asesoramiento, pues está demostrado que más del 50% de los miedos que tiene una persona cuando va a divorciarse realmente no son jurídicamente relevantes y son cuestiones que no se reflejarán en la sentencia o decreto de divorcio.
Por tanto, de no saber qué hacer, busque un abogado para que le oriente en sus derechos y obligaciones familiares.
No entre en un círculo destructivo de pensamientos negativos, pues no debe de desarrollar sentimientos de culpabilidad de sí mismo ni reproches de su cónyuge.
Las relaciones familiares no son inmóviles sino que van modulándose y evolucionando a cada momento y es por ello que de las cosas más importantes que debe hacer es no pensar en lo malo, sino de una manera realista en todo en su conjunto para que la familia se oriente hacia la dirección más saludable posible.
Antes de tomar la decisión definitiva es conveniente comunicar aquello que sintamos y queramos a nuestra pareja. Puede ayudarte saber cuando divorciarse test, pero en definitiva, la decisión debes de tomarla tú en el momento que decidas más conveniente.
La decisión, el momento y la forma de gestionarlo debe de efectuarse con lealtad sentimental, inteligencia emocional y respeto, exactamente en el momento en el que sea necesario, pues cualquier otro momento puede ser un error.
Divorciarse antes de necesitarlo puede ser precipitarse y más tarde puede ser soportar un tiempo innecesario de malestar.
Cómo conseguir un buen divorcio depende de su propia actitud y de la del abogado que contrate. La actitud de su cónyuge y de su abogado, no la puede controlar, pero estará condicionado positiva o negativamente por su propia actitud. Por eso, como es obvio, cuando mejor, mucho mejor.