Es más cómodo que nos pidan el divorcio pues se requiere un mayor esfuerzo y valor para pedir el divorcio al otro cónyuges.

No es que sea mejor pedir el divorcio a nuestra pareja que esperar a que él o ella nos lo pida. Lo que hay que hacer es pedirlo cuando es procedente, sin demorar la situación, pues ello podría acabar en un deterioro de la realicen por una convivencia disfuncional.

Cuando es necesario el divorcio siempre existirá una parte que acabará pidiéndoselo al otro. Puede ser la más valiente, impulsiva o desesperada. La parte que espera a que su cónyuge le pida el divorcio a pesar de quererlo o necesitarlo puede ser cobarde o incluso simplemente puede ser cómoda o estar bloqueada.

Lo que hay que entender es que antes de pedir el divorcio hay que valorar si el matrimonio tiene futuro o si por desgracia ha dejado de ser viable. Para el caso de que haya que divorciarse, lo mejor es atreverse a pedirlo en el momento adecuado, cuando es necesario.

El problema es aclarar si nos queremos divorciar, o no. En esa fase hay muchos matrimonios que pueden pasar años en los que el matrimonio va en decadencia y se produce un deterioro de la relación que se debería de evitar.

Los mejores trucos antes de divorciarse, es mantener la calma y el respeto, pues en gran parte de los divorcios lo que se pierden son las formas y correlativamente la razón y se acaba en un conflicto innecesario.

Qué es mejor pedir el divorcio o que te lo pidan

En ocasiones el que deja se arrepiente, pero en ocasiones también se puede arrepentir el que deja a la otra parte tarde. Incluso hay una cuestión que no se valora mucho que es el hecho de la toma de decisiones.

El hecho de que uno de los cónyuges no decida divorciarse ahora, no impide que más adelante el otro cónyuge pueda ser el que opte por decidir el divorcio.

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