El hecho de que su expareja no quiera perder el contacto es que ni olvida ni tiene superada la ruptura.
Si ha dejado de ser pareja y ha pasado a ser expareja y la ruptura tiene unos motivos de peso, no hay que pensar si nuestra expareja quiere o no mantener contacto o nos supera en mayor o menor medida.
Tenemos que tener claro lo que queremos nosotros, pues de no ser así, nos arriesgamos a hacernos daño a nosotros mismos y a nuestra pareja.
Algunas personas dicen la frase de, pasa de tu ex y volverá, pero es un grave error, pues es impropio de personas maduras. Los juegos sentimentales pueden salir muy mal y por ello es mejor ser claros y directos, pues tanto la pareja como la expareja, es cosa de dos y ambos deben de saber qué tipo de relación hay y puede hacer en el futuro.
Mi expareja no quiere perder el contacto conmigo
¿Qué hago si mi ex no quiere perder el contacto conmigo?
Lo mejor es ser natural y no pretender engañarnos a nosotros mismos ni a los demás. Si nuestra expareja no quiere perder el contacto con nosotros, es su decisión, pero si la nuestro no es coincidente y nosotros no queremos mantener un vínculo después de la ruptura es algo que deberá de respetar.
Un gran problema que se puede producir es cuando tenemos hijos comunes y la expareja busca cualquier excusa para contactar con nosotros y seguir una relación por no entender bien que ya acabó y dejar la puerta abierta a una reconciliación, lo que puede ser incómodo.
Lo más importante es que igual que nuestro ex tiene la opción de no querer perder el contacto, también debemos de tener la oportunidad de decidir qué queremos y nadie nos lo puede privar.
Los trucos antes de divorciarse son dejar las cosas tan claras que no cree la tensión constante de que queda algo por hablar, aclarar o resolver.
En un ruptura hay que regular la relación en el convenio regulador amistoso o sentencia, pero de cuestiones sentimentales no es saludable remover, pues puede ser un gran motivo de angustia y desconcierto.