La Ansiedad por separación y divorcio en adultos es casi inevitable en mayor o menor medida.
Desde el inicial «sí quiero» hasta el momento en el que en ocasiones se llega al «ya no quiero» de la separación o divorcio es un proceso de mejores y peores momento que al final pueden convertirse en una montaña rusa.
De los mejores trucos antes de divorciarse, nosotros damos mucha importancia a la moderación y la consideración mutua. Cualquier decisión será mejor gestionada en los casos en los que no se ha metido la pata y complicado la situación y en los que se mantiene una correcta relación entre cónyuges con independencia de la situación sentimental que les una.
La ansiedad puede ser temporal e incluso congruente con el shock que suele provocar la ruptura. Pero si persiste o se cronifica de manera insana, lo correcto es acudir a procesionales de la psicología.
Ansiedad por separación
Es agobiante cualquier proceso de cambio, pero si es sentimental, mucho más. Cuando una persona siente que tiene un proyecto de vida común con otra tiende a sentir seguridad.
Las personas necesitamos aferrarnos a rutinas que nos hagan sentir estabilidad. Una separación o divorcio no sólo crea ansiedad sentimental, también podemos sentir que se nos desmorona todo lo que hemos construido en nuestra vida, que se pone patas arriba y tenemos que empezar desde cero, pero en ocasiones incluso con una pequeña o gran mochila que nos lastra.
Cuando divorciarse test no es concluyente, pero si puede antes de tomar la decisión ciertas pautas que pueden ayudarle a que la ruptura sea mucho más llevadera.
Ansiedad por divorcio
En ocasiones el agobio y ansiedad aumenta al añadirse a otra circunstancia. Por ejemplo, separarse a los 40 cuando se está en crisis de los 40, afecta mucho más. Si hemos perdido algún ser querido, hemos tenido un despido, disgusto etc la gota que colma el vaso para el puede ser la separación o divorcio.
También debe de tener en cuenta que el enfoque de una separación para los adultos es diferente por ejemplo a la que tendrán los hijos comunes, familiares y seres queridos, y todo merece una perspectiva desde la consideración mutua y respeto.